miércoles, 14 de agosto de 2013

Complemento capítulo 10
El pequeño dejo a un lado su desconfianza y empezó a sumergirse en el relato de Gloria Lucena. Ella le contó que su hermana era enfermera y se fue junto con él a realizar su año rural, vino la guerra sobre esa población y ella murió pero antes le había prometido mandarlo hasta Bogotá para encontrarse con su tía. Él se sintió más confundido que nunca y pensó que si el viejo Santiago estuviera allí, nada confundiría sus pensamientos.
CAPÍTULO 11
PEQUEÑO GRAN HOMBRE
Las tres Marías se encerraron en el salón de belleza para hablar a sus anchas sobre lo que estaba sucediendo con el “muñeco” como así lo llamaban. Estaban muy confundidas y no sabían que era lo correcto; los supuestos familiares parecían tener pruebas de serlo y esto cada vez atormentaba y confundía más al pequeño Manuel. María de los Ángeles decidió que lo mejor era entregarles el niño a los Zúñiga pues parecían ser sus padres, mientras tanto, las otras dos hermanas se oponían a la decisión; Aura creía que Gloria Lucena si podría ser su tía pero Margarita no creyó ni una sola palabra del almirante, ni de su supuesta tía ni mucho menos de los Zúñiga, estaba empeñada en no dejar solo, ni abandonar al chico. Él niño estaba confundido y atrapado por los regalos y los detalles que sus supuestos familiares le hacían para recuperarlo.
CAPÍTULO 14
LAS TRAMPAS DE LA TERNURA
El chico junto con el chacal continuó su búsqueda y por fin encontraron el café bar San Francisco. Allí esperaron horas y horas, hasta que por fin llegó el viejo Santiago; llegó a hablar de las tristezas de la vida, sus triunfos y derrotas y a contar divertidas historias que alegraban los corazones de los que estaban en el lugar. El chico saludó a Santiago pero él le reprochó su traición de haberlo dejado, él le explicó que se había perdido y que por Lucho estaba ahora bien y de nuevo junto a él. El viejo se despidió de sus amigos y volvió a su casa con el chico; se despidió de Lucho y al otro día Santiago decidió pasar los mejores días de su vida y olvidarse de los problemas junto con el pequeño Manuel.
CAPÍTULO 15
LOS LAZOS DEL CORAZÓN
Santiago se sentía un poco ennojado por haber dejado atrás sus labores pero no se arrepentía de su magnífica experiencia con el pequeño, sin embargo le comentó a Manuel que debía irse nuevamente con las Marías quienes debían estar muy preocupadas y desesperadas buscándolo. Él no quería pero finalmente el viejo se salió con la suya. Luego se arrepintió y decidió luchar por Manuel con apoyo de Lucho. Cuando llamó a las Marías, ellas le informaron que el niño había sido trasladado a una casa hogar, él se sintió culpable y triste. Todos en los juzgados luchando por obtener la custodia del pequeño cuando el juez falló a favor de los Zúñiga, pues el tinterillo se había valido de varias artimañas para quedarse con el pequeño y así lo logró. El chacal sin embargo, le preguntó a Santiago donde tenían recluido al niño y lo sacó y lo llevó hasta él. El viejo lloró de felicidad pero le pidió que lo devolviera para que el almirante, que se veía que era una buena persona, obtuviera su custodia legalmente y no los Zúñiga.
CAPÍTULO 16
LA BESTIA Y EL CAMPEÓN
El juez revocó el fallo y por tal razón, todos tuvieron derecho a convencer a Manuel de la mejor forma para poderlo adoptar. Mateo Zúñiga fue el primero en ponerse en esa tarea pero el pequeño solo lo despreciaba, cuando llegó Santiago se sintió feliz y contento, entonces los Zúñiga envenenaron la cabeza de sus otros supuestos familiares y decidieron prohibirle la entrada a la casa hogar, pues supuestamente el viejo se iba a robar al niño. El pobre Santiago no pudo volver a ver a su nieto del corazón y se fue triste y desconsolado al café bar San Francisco; allí el luchador Joe Jack lo animó y lo ayudo para volver a recuperar a su pequeño.
CAPÍTULO 17
EL ABUELO PADRE
Al otro día Santiago se enteró de la terrible noticia que Manuel iba a ser adoptado y no precisamente por el almirante, ni por Gloria Lucena. Los Zúñiga estaban empeñados en lograrlo. Con ayuda del chacal, Lucho, Santiago pudo comunicarse con Manuel y le contó que él lo iba a adoptar e iba a dar la batalla por él. El Joe Jack lo apoyó y le brindó la ayuda de su abogado para ganar la adopción de su querido Manuel.
CAPÍTULO 18
SANTIAGO PROTOMÁRTIR
Santiago permaneció alejado de los juzgados y del café bar San Francisco por recomendación de su abogado para poder ganar a las Marías, los Zúñiga y a Gloria Lucena la custodia del pequeño Manuel. Intentó hablar con las Marías y exponerles su caso pero ellas lo rechazaron, indicando que ellas eran las apropiadas para tener al niño y darle lo que él se merecía. Cuando Gloria Lucena lo veía en su taxi le gritaba que él no iba a robarle a su sobrino, que ya dejara de luchar por él.
CAPÍTULO 19
EPÍLOGO
VIEJO, MI QUERIDO VIEJO
Antes del fallo del juez, Lucho, el chacal fue a hablar con Manuel al hogar y le pidió que huyera con él de aquel lugar, sin embargo, el no lo hizo, pues tenía mucha fe en que su querido Santiago lo sacaría de allí y serían felices. Lucho por fin estaba tranquilo y se había conseguido una nueva radio con la ayuda de Sarai Salem, la muchacha a la que una vez le hizo daño pero que ella con su gran corazón lo había perdonado. El día del juicio, todos expusieron sus puntos de vista, lucharon por todos los medios todos contra todos, junto con sus abogados hasta que al fin el juez falló a favor de los Zúñiga. La puerta al mundo se abrió para Manuel pero el imaginó que todo había sido diferente y que ahora volvía a casa con su viejo y amado Santiago, sin embargo, despertó de su ensueño y se vio en las escaleras fuera del juzgado, huyó y corrió lo más que pudo lejos de ese horrible lugar. Preguntó a los transeúntes donde quedaba la terminal de transportes se encaminó nuevamente en un bus sin rumbo, ni destino y le dijo adiós a su amado Santiago con nostalgia.