Complemento capítulo 10
El pequeño
dejo a un lado su desconfianza y empezó a sumergirse en el relato de Gloria
Lucena. Ella le contó que su hermana era enfermera y se fue junto con él a
realizar su año rural, vino la guerra sobre esa población y ella murió pero
antes le había prometido mandarlo hasta Bogotá para encontrarse con su tía. Él
se sintió más confundido que nunca y pensó que si el viejo Santiago estuviera
allí, nada confundiría sus pensamientos.
CAPÍTULO 11
PEQUEÑO GRAN HOMBRE
Las tres
Marías se encerraron en el salón de belleza para hablar a sus anchas sobre lo
que estaba sucediendo con el “muñeco” como así lo llamaban. Estaban muy
confundidas y no sabían que era lo correcto; los supuestos familiares parecían
tener pruebas de serlo y esto cada vez atormentaba y confundía más al pequeño
Manuel. María de los Ángeles decidió que lo mejor era entregarles el niño a los
Zúñiga pues parecían ser sus padres, mientras tanto, las otras dos hermanas se
oponían a la decisión; Aura creía que Gloria Lucena si podría ser su tía pero Margarita
no creyó ni una sola palabra del almirante, ni de su supuesta tía ni mucho
menos de los Zúñiga, estaba empeñada en no dejar solo, ni abandonar al chico.
Él niño estaba confundido y atrapado por los regalos y los detalles que sus
supuestos familiares le hacían para recuperarlo.
CAPÍTULO 14
LAS TRAMPAS DE LA TERNURA
El chico junto
con el chacal continuó su búsqueda y por fin encontraron el café bar San
Francisco. Allí esperaron horas y horas, hasta que por fin llegó el viejo
Santiago; llegó a hablar de las tristezas de la vida, sus triunfos y derrotas y
a contar divertidas historias que alegraban los corazones de los que estaban en
el lugar. El chico saludó a Santiago pero él le reprochó su traición de haberlo
dejado, él le explicó que se había perdido y que por Lucho estaba ahora bien y
de nuevo junto a él. El viejo se despidió de sus amigos y volvió a su casa con
el chico; se despidió de Lucho y al otro día Santiago decidió pasar los mejores
días de su vida y olvidarse de los problemas junto con el pequeño Manuel.
CAPÍTULO 15
LOS LAZOS DEL CORAZÓN
Santiago se
sentía un poco ennojado por haber dejado atrás sus labores pero no se
arrepentía de su magnífica experiencia con el pequeño, sin embargo le comentó a
Manuel que debía irse nuevamente con las Marías quienes debían estar muy
preocupadas y desesperadas buscándolo. Él no quería pero finalmente el viejo se
salió con la suya. Luego se arrepintió y decidió luchar por Manuel con apoyo de
Lucho. Cuando llamó a las Marías, ellas le informaron que el niño había sido
trasladado a una casa hogar, él se sintió culpable y triste. Todos en los
juzgados luchando por obtener la custodia del pequeño cuando el juez falló a
favor de los Zúñiga, pues el tinterillo se había valido de varias artimañas
para quedarse con el pequeño y así lo logró. El chacal sin embargo, le preguntó
a Santiago donde tenían recluido al niño y lo sacó y lo llevó hasta él. El
viejo lloró de felicidad pero le pidió que lo devolviera para que el almirante,
que se veía que era una buena persona, obtuviera su custodia legalmente y no
los Zúñiga.
CAPÍTULO 16
LA BESTIA Y EL CAMPEÓN
El juez revocó
el fallo y por tal razón, todos tuvieron derecho a convencer a Manuel de la
mejor forma para poderlo adoptar. Mateo Zúñiga fue el primero en ponerse en esa
tarea pero el pequeño solo lo despreciaba, cuando llegó Santiago se sintió
feliz y contento, entonces los Zúñiga envenenaron la cabeza de sus otros
supuestos familiares y decidieron prohibirle la entrada a la casa hogar, pues
supuestamente el viejo se iba a robar al niño. El pobre Santiago no pudo volver
a ver a su nieto del corazón y se fue triste y desconsolado al café bar San
Francisco; allí el luchador Joe Jack lo animó y lo ayudo para volver a
recuperar a su pequeño.
CAPÍTULO 17
EL ABUELO PADRE
Al otro día
Santiago se enteró de la terrible noticia que Manuel iba a ser adoptado y no
precisamente por el almirante, ni por Gloria Lucena. Los Zúñiga estaban
empeñados en lograrlo. Con ayuda del chacal, Lucho, Santiago pudo comunicarse
con Manuel y le contó que él lo iba a adoptar e iba a dar la batalla por él. El
Joe Jack lo apoyó y le brindó la ayuda de su abogado para ganar la adopción de
su querido Manuel.
CAPÍTULO 18
SANTIAGO PROTOMÁRTIR
Santiago
permaneció alejado de los juzgados y del café bar San Francisco por
recomendación de su abogado para poder ganar a las Marías, los Zúñiga y a
Gloria Lucena la custodia del pequeño Manuel. Intentó hablar con las Marías y
exponerles su caso pero ellas lo rechazaron, indicando que ellas eran las
apropiadas para tener al niño y darle lo que él se merecía. Cuando Gloria
Lucena lo veía en su taxi le gritaba que él no iba a robarle a su sobrino, que
ya dejara de luchar por él.
CAPÍTULO 19
EPÍLOGO
VIEJO, MI QUERIDO VIEJO
Antes del
fallo del juez, Lucho, el chacal fue a hablar con Manuel al hogar y le pidió
que huyera con él de aquel lugar, sin embargo, el no lo hizo, pues tenía mucha
fe en que su querido Santiago lo sacaría de allí y serían felices. Lucho por
fin estaba tranquilo y se había conseguido una nueva radio con la ayuda de
Sarai Salem, la muchacha a la que una vez le hizo daño pero que ella con su
gran corazón lo había perdonado. El día del juicio, todos expusieron sus puntos
de vista, lucharon por todos los medios todos contra todos, junto con sus
abogados hasta que al fin el juez falló a favor de los Zúñiga. La puerta al
mundo se abrió para Manuel pero el imaginó que todo había sido diferente y que
ahora volvía a casa con su viejo y amado Santiago, sin embargo, despertó de su
ensueño y se vio en las escaleras fuera del juzgado, huyó y corrió lo más que
pudo lejos de ese horrible lugar. Preguntó a los transeúntes donde quedaba la
terminal de transportes se encaminó nuevamente en un bus sin rumbo, ni destino
y le dijo adiós a su amado Santiago con nostalgia.