sábado, 10 de diciembre de 2011

HACIA EL PLANO DEL DISCURSO



HACIA EL PLANO DEL DISCURSO…

En busca de comprender de forma certera el relato en general, analizando cada aspecto que lo caracteriza, lo integra y las partes en las cuales se descompone, han surgido multiplicidad de teorías que lo fundamentan y a su vez dan paso a un análisis profundo del mismo. Sin embargo, cuando nos enfocamos hacia la distinción desde el plano del discurso podemos observar, formas y modos diferentes de abordar el relato, es entonces cuando cabe cuestionar, ¿qué análisis se establece en el relato de acuerdo al plano discursivo?

Como primera medida, se debe determinar que, al analizar el relato desde el nivel del discurso, estamos investigando los modos que adopta la exposición de la historia en él[1]. Se debe tener en cuenta, que el discurso manifiesta unas características propias y no se adapta a los ordenamientos de la historia; al contrario plantea nuevas percepciones, impone un orden y una lógica propios del discurso; es relevante resaltar que en el plano discursivo se confrontan dos universos; el peculiar de la historia que hace referencia al estudio exclusivamente del relato y el universo lingüístico, cuyos elementos, se gobiernan conforme a ordenamientos propios[2].

De acuerdo a lo enunciado anteriormente, el Grupo “M”, señala que el discurso establece entonces, un orden propio referente al orden de la historia y es allí, donde se puede identificar en particular, la coincidencia exacta como ocurre en el discurso de los diálogos, donde el actor personaje es el único vehículo del proceso de enunciación puesto que no hay narrador; este criterio es evidente en la obra la zapatera prodigiosa de García Lorca, ya que la trama surge de acuerdo a la acción que desempeña cada personaje, y es así como se desarrolla la dinámica de la misma.

La representación del espacio en el discurso es fundamental, no obstante se debe considerar el hecho de que al contrario del escenario que se manifiesta en la narración a través del discurso; en el teatro se presenta de una forma diferente, pues implica una materialización del espacio por parte del lector, tratando de interpretar lo que el autor quiso mostrar en esa situación[3]; y es así, como los espacios donde ocurren los actos de la obra la zapatera prodigiosa suceden en la casa de la zapatera y en el taller de su esposo; en el segundo acto ocurren los hechos en casa de la zapatera pero ésta se ha encargado de transformarla en una taberna. Otro factor fundamental que procura el análisis de la obra es la temporalidad. Ésta temporalidad se determina en la obra de García Lorca, de acuerdo a las características que presentan los personajes se puede establecer que se desarrolla en un escenario de principios del siglo XX.

Por otra parte la temporalidad de la historia en relación con el discurso, según el Grupo “M”, hace referencia  a que “la narración se abre y se cierra en el tiempo diegético, así como el discurso se abre y se cierra en la instancia enunciativa. Entre los vacíos que lo preceden y lo prolongan, desenvuelve su duración”; es decir, que la temporalidad maneja los tiempos en los cuales se desarrolla cada situación dentro de la obra y es así, como se asienta una relación de consecutividad (antes-después), que es semejante a la de causalidad (causa-efecto)[4]; de esta aseveración podemos derivar que dentro de la obra, suceden hechos que precisan otros, como la inconformidad que manifiesta la zapatera a su esposo, conlleva a abandonar a su esposa “la zapatera”.

En este caso, como citamos una obra teatral podemos establecer, de acuerdo a lo enunciado por Segre, que la acción dramática está constituida por “una sucesión de momentos presentes” que transcurren en el escenario, por tal motivo, la obra de García Lorca presenta dos actos, dentro de los cuales se desenvuelven una serie de hechos y situaciones que le dan continuidad a la trama “intriga”. Dentro de la temporalidad de la lectura, Todorov plantea que “ser irreversible por convención”[5], nos supone una lectura desde el principio hasta el final del texto, de modo que se puedan comprender aspectos como los anteriormente mencionados, es decir, que posibilite la interpretación de un acontecimiento; como en la zapatera prodigiosa, el hecho que considera el abandono del zapatero hacia su esposa y la incertidumbre que se provoca en la zapatera por el desconocimiento de su rumbo.

A manera de conclusión, se puede determinar que el análisis crítico del discurso implica, entonces, que debe poner atención no sólo a su forma textual, su estructura y organización en todos sus niveles, sino además requiere conectar las dimensiones del texto con la práctica discursiva, para lograr visualizar cómo hablantes y oyentes hacen uso de razonamiento inferencial y de sus procesos cognitivos para articular los distintos niveles de información de un evento). En suma, se trata de un análisis intertextual donde el texto se expande más allá de lo que se dice hacia aquello que realmente se quiere decir o comunicar[6].

REFERENTES BIBLIOGRÁFICOS
·         Beristáin Helena,  Análisis estructural del relato literario, Plano del discurso.
·         Bolívar, A. 1992. "Una metodología para el análisis interaccional del texto escrito". Boletín de Lingüística 8(Univ. Central de Venezuela): 22-37. 
·         Federico García Lorca. La Zapatera Prodigiosa.
·         Van Dijk. 1995. "De la gramática del texto al análisis crítico del discurso". Boletín de Estudios Lingüísticos Argentinos. 






[1] Beristáin Helena,  Análisis estructural del relato literario, Plano del discurso: 89.
[2] Beristáin Helena,  Análisis estructural del relato literario, Plano del discurso: 89
[3] Beristáin Helena,  Análisis estructural del relato literario, Plano del discurso: 96.
[4] Beristáin Helena,  Análisis estructural del relato literario, Plano del discurso: 100.
[5] Beristáin Helena,  Análisis estructural del relato literario, Plano del discurso: 110.

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